Hambre y sed

Últimamente he estado pensando en lo que implica ser artista y vivir de ello, será por todo esto de la cuarentena y el hecho de que mucha gente está sedienta de arte para sobrellevar el encierro y las malas noticias que nos bombardean a diario. En estos días se ha convertido en una necesidad y, aún así, el sector cultural parece ser uno de los más afectados.
Precisamente estaba meditando sobre esto cuando Carmen, de quien me hice amiga en una orquesta de la que formé parte, me envió un video en el que básicamente se enlistan a todos aquellos artistas que hicieron un gran aporte a la cultura general y se habla de la poca importancia que reciben las carreras culturales en comparación a otras. Este video complementa perfectamente lo que llevaba reflexionando no desde hace días sino desde hace años (entrando en la perspectiva de que traté de estudiar música y de que quisiera vivir de la escritura y del arte, pues he estado enfocando mi carrera en ello y tengo el plan de entrar a estudiar Artes o Letras en el futuro), sin embargo siento que podría extender este argumento y profundizar en él. 
Quiero empezar hablando de la invalidación profesional que está tan arraigada en nuestra sociedad, sobretodo en Latinoamérica. Teniendo en cuenta el hecho de que como jóvenes siempre se nos ha inculcado que un artista (dedíquese al sector que se dedique) se va a morir de hambre, pues sus aspiraciones están mejor vistas como pasatiempos. 
Cuando una persona decide que quiere dedicarse al arte o a la cultura lo primero y lo más seguido que escuchará será esta pregunta o variantes de ella: “¿Y de qué piensa vivir usted?”, en muchos casos inclusive se orilla a ciertos jóvenes a cursar carreras “serias“ como ingenierías o licenciaturas, porque de eso si hay trabajo y uno no se va a morir de hambre. Si concretamos todos estos argumentos tenemos como resultado la siguiente afirmación: El arte simplemente no vale la pena. Retrocediendo un poco y como comentario anexo quisiera decir que no se puede forzar a alguien a estudiar algo, porque siempre será una persona insatisfecha y la mayoría de las veces existen solo dos resultados: abandona la profesión una vez obtenido el título o se dedica a ella de mala gana. Claro que también cabe la posibilidad de que la opinión de dicha persona cambie pero, seamos realistas, ¿qué tan posible es que esto suceda?.

Una foto que tomé en el Paseo Alcalde en septiembre del 2019

El siguiente punto que quiero tratar también va por el lado de los estudios: uno de los debates más comunes entre mi generación es acerca de la dificultad de las carreras y la relevancia que estas deben recibir. La mayoría de mis conocidos y amigos se dedican o quieren dedicarse al arte o la cultura y he visto cómo sus carreras son igual de complejas a cualquier otra. En estas carreras también se exige demasiado: horas de práctica, métodos disciplinados, constancia firme, igual que en cualquier carrera. No se trata de una competencia para saber que carrera es la que más le reclama a sus estudiantes, sino de comprender que, al igual que yo, la otra persona también está luchando por ganarse un lugar en el ámbito profesional de su entorno. Me he topado con estudiantes de carreras “serias” que rebajan mi carrera porque mis trabajos consisten en escribir, grabar, etc. No sé si son conscientes de que he pasado noches sin dormir realizando trabajos que intentan entender a la semiótica o si he perdido horas de sueño por intentar editar un video en donde explico un tema de lingüística. Esto es igual de complicado que no dormir por realizar unos planos, por leer durante horas y horas acerca del cuerpo humano o un libro de leyes, es igual de complicado que estudiar una partitura hasta que sale perfecta, o de pasar horas y horas aprendiendo un guión o una coreografía. Lo que estoy diciendo es que cada carrera conlleva su esfuerzo y no debe ser minimizada simplemente porque una carrera es más valorada por una sociedad que tiene la tendencia a marginar. Considero que como jóvenes tenemos la posibilidad de cambiar esto aprendiendo de los demás y teniendo en cuenta de que todos somos necesarios para poder hacer de nuestro futuro, y del de quienes están después de nosotros, un lugar en el que no exista inseguridad al tener que elegir algo para y por lo que vivir.


La última cuestión de la que quisiera hablar comprende el ámbito escolar y profesional.
Hace poco, para un trabajo donde tenía que realizar un cartel y una propuesta, hice algo relacionado con los derechos de los estudiantes en donde proponía a los mismos exigir una buena educación y respeto por parte de las instituciones, el gobierno y las autoridades, decía algo como esto: “La educación es un derecho, pero la buena educación se ha convertido en un privilegio.”, además hablaba acerca del abuso de poder y la corrupción. Pero quiero enfocarme en el elitismo, no solo de las instituciones, sino de los sectores laborales, tan llenos de nepotismo y arribistas. Esto aplica para cualquier área, pero el sector cultural es uno de los más lastimados por estos males. Además de que cuando se trata del arte y la cultura, en las empresas este trabajo es el menos valorado. Opino que este punto va de la mano con el argumento de que nuestra generación está en tiempo y forma de poder cambiar esto, no sólo exigiendo un cambio, sino haciéndolo cada cual desde nuestras trincheras una vez que tengamos la posibilidad. 
Para concluir tengo que decir que en estos tiempos tenemos que empezar a considerar el arte y la cultura con el nivel de relevancia que se merecen, no solo porque brindan a esta sociedad lo necesario para calmar su sed de sentir, sino porque conlleva un esfuerzo al igual que las demás profesiones, porque si vale la pena. 

Comentarios

  1. Me encanta como lo plasmas, como pones palabras que muchos de nosotros no hemos podido decir y qué hemos sufrido por comentarios despreciando la carrera. Con todo esto me he dado cuenta que lo doctores y comunicologos tenemos algo en común. Llevamos un peso comunicar a la sociedad sobre lo que está pasando en este momento. Te amo y me encanto

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    1. Ayyy, qué bueno que te gustó, es bonito ver como la gente más cercana a mi aprecia lo que hago. Tqm Pris, gracias por el comentario

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  2. Wow ... muy hermoso..... y cuánta verdad .! Saludos

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