Diez y siete

cargaba yo
con diez y siete
y una mochila gris
llena de hojas mojadas
en la espalda
recogiendo musgo y tierra
de la noventa y tres
[o Virrey]

cargaba yo con aquella montura
negro y oro
que me encerraba el rostro
en una mueca falsa
de un segundo nombre
que solo un mesero conoció
cargaba con hojas mojadas
en aquella mochila gris
de la que me desprendí sin dolor
cerca a la embajada española
o no recuerdo si la libanesa

niña donde vas
me preguntó el perro
del señor del arenero
yo voy a Cazuca
arrabal puro
o puro arrabal
pero no hoy

y recuerdo
aquella vista de tristeza
mirada de comediante triste
otro segundo nombre
de quien me mordió la mano
y aún tengo la foto
en la que mi nariz se ve borrosa
pero mi sonrisa es amplia y el fondo es verde

verde musgo que después recogí
y guardé mojado en la mochila
que no me dolió
gris y de un solo bolsillo
no quiero escribir
un y luego
pero después me fui
a la séptima
directa a darles
no maíz sino
palomitas a las
palomas
palomas miles
que te ruegan amor
y te arañan los dedos
aleteando como locas

(y) ahora no sé
no sé
no sé
si irme a trazar las líneas
a esa ciudad que se quedó
a medias hace tanto tiempo
como cuenta Pardo

yo cargaba con
diez y siete
y una mochila gris
empapada de hojas y musgo.

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